Hoy, tras una charla vespertina y alrededor de 25 cigarros sentí como cada cosa que sucede en la vida tiene un sentido y una razón adecuada de ser. A veces, nos da miedo dar cada paso en la vida pero también me di cuenta que si uno no se avienta, la vida se encarga de tirarlo a uno de cabeza.
También comprendí que verdaderamente necesito el cigarro para relajarme y que algún día me va a matar. Es una contradicción porque debería dejarlo de hacer, pero mis ansias y mi mal desarrollado periódo gestal están creando en mi una dependencia mayor que la que antes poseía.
Sin más que agregar, me despido.
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