sábado, 11 de abril de 2009

Aventuras de Semana Santa (Parte 1)

Como lo hago desde el año pasado con mi amigos y mi novia, este año me movilice con la sociedad católica de mi país hacia los barrios antiguos, oscuros y viejos de la zona 1 para presenciar los cortejos procesionales que celebran la pasión, muerte y resurección de Nuestro Señor. Pero como para variar de mis vivencias, siempre hay algo que me sucede para que lo pueda contar y esta vez fue una de esas situaciones en las que te sientes tan incomodo como si estuvieras en un escenario unicamente con las manos en tu sexo.

Todo comenzó cuando caminabamos de la Iglesia Santo Domingo (donde me bautizaron) hacia las calles del saturado y famosísimo Centro Histórico donde se encuentran en compañia la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional (o cultural como decidieron ponerle) y el antiguo Portal del Comercio. Había una cantidad de gente increible, eran como granos de frijol en un costal. Pero antes de llegar al parque fue cuando sucedió la historia, no los quiero perder. Ibamos caminando en forma grupal pero el frío de las 5:30 de la tarde agudizo mis procesos corporales por lo que empecé a sentirme un poco incómodo ya que mi capacidad de retener es similar a mi capacidad de procesar información (no... sinó estaría en serios problemas; aguanto más a ir al baño) lo que hizo que pelara bien los ojos para identificar algún lugar donde alquilaran baño como lo hacen en muchas casas para estas fechas.

Y en efecto, encontré un comedor improvisado donde alquilaban el baño por la cantidad mínima de Q. 2. No lo dude ni un segundo y entré, pregunté si me alquilaban el baño y lo bueno fué que mis amigos también se vieron en la misma necesidad por lo que no entre solo.
Nos ubicaron en la mitad de la sala comedor de la casa donde celebraban todos el cumpleaños de alguno de ellos al cual no pude ubicar. Mientras esperaba mi turno, escuchaba los cantos, como todos se repartían el pastel y las típicas acciones que se realizan en todos los cumpleaños Tocó mi turno, cerré la puerta y abrí mi bragueta logrando así mi cometido vaciando mi cuerpo. Cuando salí y mi grupo avanzó hacía la salida, la gente que alquilaba el baño, la que celebraba el cumpleaños y la que nos cobró se despidieron de nosotros con plena y linda confianza.

Cuando salí, me reí y deducí que solo el buen chapín se despide porque sí.

2 comentarios:

Ruby dijo...

primera parte xq fue todo una odisea!!! jajajajaja y x cierto no sabia q en ese entonces kerias ir al baño, ni lo not! jajaja lo max pasar todas esas experiencias cn las personas q mas aprecio, mi sis, el xango, freddy y x supuesto, pasar msa d 24 horas pegadita a ti!! :D

Saii dijo...

jajajaja
ke aventuraaa
yo, la vdd
me hubiera aguantado
o hubiera buscado
un pollo campero

:D