viernes, 12 de diciembre de 2008

Virgencita de Guadalupe...

Todo ocurrió en el año de mil quinientos treinta y uno, cuando nuestra madre apareció en el monte Tepeyac a Juan Diego, quien a su vez era un indígena, quien tuvo esta milagrosa experiencia.

Santísima Virgen de Guadalupe. Consagrada por toda la población latina la madre de América; esto puesto a que cuando fuimos colonizados eramos tratados como salvajes, impuros y de almas condenadas, eramos menos o iguales a los animales. Y esta aparición fue el primer identificativo de cristianismo en este continente.

No quisiera ahondar más en historia, porque esta la pueden conseguir en otra página. Quisiera únicamente compartir un texto, un relato, un anécdota, una situación. Aclaro no es una historia, simplemente es algo que me pasó por la cabeza esta tarde.

Yo estaba intranquilo, por muchas razones que me traían de un humor de mil demonios. Pero haciendo pleno uso de mis vacaciones, estaba sentado en frente de la televisión dejando que cada serie gringa o película gringa me haga más tonto de lo que ya soy. Pero me intrigaba ver alguna imagén, grabación o video de los que salen todos los años en las noticias del importante recorrido que toman algunas personas hacia la Basílica de Guadalupe.

Raramente, coloqué mi pulgar en el control para digitar canales mexicanos en busca de noticieros que pasaran alguna pequeña noticia o reportaje. ¡Nada!, entonces me dispuse a digitar algún canal nacional para ver si de alguna manera lograba captar alguna imagen.

Al encontrar lo que buscaba en el Canal 7, me quedé atónito viendo la cantidad de gente que asiste todos los años para rogar con mucha fé a la Virgencita para que interceda por nuestro Padre ante sus súplicas. Y lo que prosiguió me dejo sin palabras.

Entrevistaron a una señora, que fue al Santuario de la Virgen de Guadalupe que está ubicado en la 1era. Avénida y 8va. Calle de la Zona 1 de la ciudad capital de Guatemala. Ella, narraba que su fé a la Virgencita y a la intercesión de las mismas súplicas que hacia a nuestro Padre era algo que ella llevaba desde muy chica.
Pero no fue un comentario cualquiera, pudo pasar desapercibido pero algo sucedió. Fue una conexión entre mi necesidad y la presentación por un extraño medio de la oportunidad de poder sanar mi preocupación.

En ese momento y tras pensarlo, me dí cuenta que aunque no es exactamente una aparación, la Virgencita nos invita por cualquier medio a orar a nuestro Padre y rogarle con muchas ganas porque de esa manera nuestras penas serán atendidas.

¡Gracias Virgencita de Guadalupe por las gracias recibidas!


No hay comentarios: